Alejarse de la costa atlántica brasileña no impide disfrutar de preciosas playas. En el interior de Brasil, tanto en la selva amazónica como en las florestas del sur, hay numerosos balnearios de agua dulce a orillas de los abundantes ríos que nutren el territorio. Durante una excursión por los paisajes y ciudades del Brasil tierra adentro, no dudes en refrescarte en alguna de las bonitas playas fluviales que se extienden por todo el país. Aquí te damos algunas recomendaciones.
Playas fluviales imperdibles en Brasil
Ponta Negra, Manaus
Durante la época de seca, con el descenso de los ríos, las playas fluviales de la región amazónica se revelan en todo su esplendor. La más ppular es, sin dudas, Ponta Negra, ubicada en el margen del caudaloso Río Negro, a 13 kilómetros del centro de Manaus. Arena blanca, agua limpia y una infinidad de actividades recreativas (deportes, espectáculos, fiestas) conforman la propuesta de Ponta Negra, que es además la zona más sofisticada de la ciudad y donde se concentra toda la diversión nocturna.
Isla de Mosqueiro, Belém
A unos 80 kilómetros de Belém, frente a la Bahía de Marajó, se encuentra una de las islas fluviales más pintorescas de Brasil. La Isla de Mosqueiro condensa naturaleza agreste, preciosas playas para baños de agua dulce y una amplia gama de actividades de ocio. Las playas más concurridas de la Isla son Chapéu Virado, Farol y Murubira. Hoteles, restaurantes, paseos ecológicos y recorridas en barco son parte de la oferta turística de este agradable balneario. Se puede llegar navegando o vía terrestre desde Belém, gracias a un moderno puente que conecta la isla con el continente.
Alter do Chão, Pará
Solo 33 kilómetros separan a la ciudad amazónica Santarem de la hermosa playa fluvial Alter do Chão, sobre el Río Tapajós. Se puede llegar en vehículo (45 minutos) desde dicha localidad, por uno de los pocos caminos terrestres que atraviesan Pará. Célebre destino entre los habitantes locales, Alter do Chão se está convirtiendo en un punto de referencia para el turismo internacional, ofreciendo a los aventureros de la Amazonia la posibilidad de disfrutar arena blanca y baños de ríos en medio de la vegetación selvática. Durante el verano, cuando el río desciende, la franja de arena se ensancha y se llena de visitantes y animados bares.
Playa Jacaré, Joao Pessoa
Ubicada entre el Océano Atlántico y el Río Paraíba, Joao Pessoa tiene playas para todas las preferencias. Una de las más frecuentadas es Playa Jacaré, ubicada sobre la costa fluvial de la zona de Cabedelo. Allí se contempla el atardecer musical más lindo de Brasil: la puesta de sol es acompañada por el Bolero de Ravel, invitando a locales y turistas a disfrutar del tradicional espectáculo en el muelle, mientras se bebe algo en los bares del lugar. Animado punto de encuentro, Playa Jacaré envuelve con su preservada naturaleza y permite la práctica de deportes náuticos como el remo y la pesca.
Palmas, Tocantins
La ciudad más joven de Brasil, inaugurada en 1990 como capital de Tocantins, sorprende con sus encantadoras playas fluviales, disfrutables principalmente entre junio y enero, época del verano en la región.
Quienes estén visitando Palmas no pueden perderse la Praia da Graciosa, a 8 kilómetros del centro de la ciudad, destacada como una de las playas fluviales con mayor infraestructura en el país. La Praia da Prata, en la región sudoeste de Palmas, cautiva con su encanto rústico y relajado. También imperdibles son la Praia das Arnos, quizás la más bella del Estado, la Praia do Caju, muy frecuentada por los locales, y la Praia dos Buritis, de gran tranquilidad.
Isla do Marajó, Pará
En la desembocadura del Río Amazonas se forma el archipiélago fluvial más grande del mundo, Marajó. Allí se encuentra la Isla también llamada de Marajó, famosa por sus preciosas playas, sus plácidos igarapés, su frondosa vegetación, sus delicadas artesanías, su rica gastronomía y la cría de búfalos, animales emblemáticos del lugar. La playa de Joanes, en el municipio de Salvaterra, es una de las más concurridas por su riqueza histórica y su alto grado de salinidad por la proximidad del río con el mar. Barra Velha y Praia do Pesqueiro, en la localidad de Soure, son también destinos estelares de la Isla de Marajó, por su gran reserva de peces tropicales y sus curiosas tradiciones culturales.
Praia do Laranjal, Pelotas
A solo diez minutos del centro de Pelotas en Rio Grande do Sul se encuentra la serena Praia do Laranjal, bañada por la Lagoa dos Patos. La playa tiene una extensión de dos kilómetros dondese ubican los balnearios Santo Antônio, Valverde y Dos Prazeres (también llamada “Barro Duro”). La costa dulce de Laranjal ofrece deportes acuáticos, varias propuestas de alojamiento y un entorno ideal para una jornada en familia, principalmente en los meses de verano.
Barra de Punaú, Rio Grande do Norte
En el Municipio de Rio do Fogo, a 86 kilómetros de Natal, se encuentra la bellísima Barra de Punaú, donde el río del mismo nombre se une con el mar. Dunas, palmeras, paseos a caballo o en kayak y baños de agua dulce y salada son los principales atractivos del lugar. Sobre el Río Punaú también se extienden otras magníficas playas fluviales, como Zumbi, Pitinga, con buenas condiciones para la pesca submarina.
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