De entre todos los carnavales del mundo, sin dudas el carnaval de Rio de Janeiro es el más popular y reconocido a nivel mundial. Se estima que casi 700 mil turistas de todo el mundo se arriman a Río año a año a vivir esta espectacular fiesta.
Es que este carnaval es distinto a todos. De hecho, se cotiza como uno de los principales espectáculos del mundo, como los grandes partidos de fútbol o las olimpíadas. Se venden entradas para ver los desfiles tanto en el Sambódromo como en las pasarelas, se venden los derechos de televisión y la ciudad colma su capacidad hotelera. La grandiosidad, la belleza, el ritmo, la gracia y la sensualidad bien valen su fama a nivel mundial. Radiante y vigoroso, el carnaval de Rio contagia su alegría y sumerge a todos los que participan, cariocas y turistas, en su magia indescriptible.
La deslumbrante puesta en escena del carnaval de Rio es resultado del arduo trabajo de las agrupaciones, dedicadas todo el año a preparar su participación en todos sus detalles. La inversión total de las escolas de samba suele superar los 30 millones de dólares, que cubren desde los impresionantes carros hasta la última pluma del traje de las bailarinas.
La importancia del carnaval carioca no solo reside en su espectacularidad, sino también en su rol protagónico en la cultura de Brasil, al hacer visibles las influencias diversas que han marcado su historia. Las culturas europeas (sobre todo portuguesas), africanas, indígenas, asiáticas y hasta árabes se han mixturado de manera intensa y peculiar, dando lugar a una síntesis que tiene en el carnaval una de sus manifestaciones más representativas.
La fiesta del carnaval de Rio de Janeiro
El carnaval en todo el país comienza cuarenta días antes de Pascua, variando año a año sus fechas entre los meses de enero, febrero y marzo. La fiesta en Rio se inicia la noche del jueves, cuando el alcalde entrega las llaves de la ciudad al “Rey Momo”. A este gesto le siguen cinco días de festejo ininterrumpido, hasta el miércoles de ceniza.
El evento principal del espectáculo es la competencia entre las “escolas de samba”, quienes luchan por el máximo premio del carnaval. Las escolas de samba con más renombre son Beija Flor, Porcela, Mocidade Independente de Padre Miguel, Academicos do Salguiero, Unidos de Villa Isabel y Estaçao Primeira da Mangueira.
Para obtener el título de campeonas, las agrupaciones desfilan por el Sambódromo, que tiene una capacidad para casi 70 mil personas. Para poder participar, las escolas deben pertenecer a la Asociación de las Escolas de Samba de Río de Janeiro. En cada escuela participan unas 5000 personas, lideradas por por escuela y siempre cuenta con distintas participaciones de personajes del espectáculo y 6 o 7 carros.
En suma, más de cien mil personas desfilan por el Sambódromo. Una oportunidad única de sambar al ritmo poderoso de las baterías, el alma de las escuelas que rondan siempre los 300 miembros.
Además de sus coreógrafos y compositores, cada escola tiene sus cantantes y animadores quienes tienen la tarea de hacer cantar al público hasta hacerlo poner de pie, lo cual les otorga mayor puntaje en la calificación final. La banda es calificada por la calidad de interpretación, por su desplazamiento, por los quiebres y paradas y su vuelta al ritmo normal durante el desfile.
Los desfiles en el Sambódromo (sobre todo los del Grupo Especial, cuando compiten las mejores escolas) constituyen las principales celebraciones del carnaval de Rio, pero son precedidas de dos noches de fiesta por las calles de la ciudad a ritmo de samba.
Y es que fuera del Sambódromo también es carnaval y se puede sentir su vibración de todos los rincones de Río, donde innumerables bandas y grupos de adeptos forman bailes populares, desfiles y concursos que premian la creatividad. Entre los desfiles alternativos del carnaval carioca se destacan los “blocos” que circulan por la Avenida Rio Branco, una de las principales arterias de la ciudad. Todos los barrios tienen sus blocos, si bien los más famosos son los de Ipanema, Copacabana, Leblon, Lagoa y Jardim Botánico.
Quienes planeen viajar a Rio de Janeiro para experimentar la inmensa energía del carnaval, deben hacer sus reservas de hospedaje con meses de anticipación, ya que los hoteles suelen tener ocupación completa durante esos días. Una buena opción es realizar el viaje a través de una agencia especializada, que se encargue de reservar además las entradas a los concursos y galas de carnaval.
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